martes, 22 de noviembre de 2016

EL NUEVO PRESIDENTE

Viajó lejos para verse con otros presidentes de grandes y pequeñas naciones a los que previamente les invitó a participar en ese encuentro del que un nuevo día tendría que amanecer para este viejo mundo. En la cita, les  dijo que era el momento, el lugar y la hora para cambiar el paradigma que tantos y tantos siglos había estado dirigiendo nuestro planeta. El lugar elegido por el nuevo presidente fue Alepo. Las cancillerías no salían de su asombro y todo eran negativas y excusas por la ubicación del evento, que ese emplazamiento era una locura, que era como sentenciar la muerte de cada uno de ellos. No entendían nada  y requirieron, no una, sino varias veces, la confirmación por si se trataba de algún error. No lo había. La reunión sería en Alepo, aunque sería mucho mejor decir en lo que quedaba de esa ciudad, y cada uno era muy libre de asistir o no. Así que todos los involucrados en ese conflicto  tendrían que tomar las medidas oportunas para que tal encuentro pudiera tener lugar con todas las garantías de la máxima seguridad.

Disponían de cinco días para conseguirlo. Una vez digerida la convocatoria todo fue un no parar de comunicados y órdenes y, al segundo día, cesaron los bombardeos, los cañonazos y todos los disparos. Una gran calma llenó de un silencio absoluto esa ciudad masacrada.

Al amanecer del tercer día, largas filas de camiones avanzaban hacia la ciudad con alimentos y medicinas, y, lo más importante, con cientos de voluntarios dispuestos para atender a los miles de personas que, en estado más que crítico, se hallaban presas de una guerra que ellos no iniciaron y que les fue impuesta. Los cascos azules de la ONU tomaron la ciudad y todos los combatientes fueron retirados, sin sus armas, a posiciones alejadas de la localidad. Las gentes, hombres, mujeres, ancianos y niños perplejos y asombrados no salían de su sorpresa y en sus rostros polvorientos se abrían paso ríos de lágrimas tras demasiados años de gratuito e innecesario sufrimiento.

Al cuarto día, ya reposadas las nubes de polvo y tierra,  la luz del astro rey dejaba ver el dantesco espectáculo de una ciudad arrasada y sumida en el silencio profundo que solo el mayor de los terrores es capaz de imponer. Habían transcurrido seis años de una guerra sin sentido y que, como todas, solo había servido para el incruento sacrificio de miles y miles de vidas humanas únicas, incomparables e irrepetibles.

Los supervivientes salían de entre las ruinas y de aquellos escondrijos que les habían servido de refugios, con sus cuerpos sucios, famélicos, infectos, heridos y con sus rostros demacrados y enjutos. Se acercaban ávidos a los puestos desplegados para socorrerles, adelantando sus brazos y manos con la esperanza de alcanzar agua y alimento.

En la novena hora del quinto día, el nuevo presidente agradeció la asistencia y la valentía de aquellos que optaron a comparecer a su cita. 

Les dijo que ya no era admisible continuar con tanto sacrificio y tanta calamidad, que todos los seres humanos tenían el mismo derecho para ser felices y dejar de estar esclavizados por una serie de dogmas antiguos y por una retahíla de falaces engaños y de no sabemos qué intereses económicos, financieros y demoníacos. Que el conocimiento alcanzado permitía el desarrollo de nuevas tecnologías para que la energía fuera abundante, limpia y gratuita. Que los recursos son suficientes para todos, siempre que seamos consecuentes y coherentes y no antepongamos los viejos provechos por encima de la nueva voluntad mundial que él pretende instaurar junto con ellos. Se imponía acabar con toda obsolescencia programada y con el despilfarro de los recursos naturales.

También les dijo que no quería ver en los informativos de todas las cadenas televisivas y de la prensa mundial más imágenes de bombardeos, ni de explosiones que destruyen y acaban con millones de seres humanos sin sentido alguno. Que por su parte había dado las oportunas y categóricas órdenes para cerrar toda la industria armamentística y replegar todas sus tropas de las bases en los países aliados. Que sus fuerzas armadas están siendo disueltas y que en la Nación que él preside ya no se estudiarán más las estrategias de guerra ni los complots económicos ni las conspiraciones políticas para forzar la voluntad de otros. Él ya ha dado ese paso y espera que sus homólogos hagan lo mismo.

Que es la hora de encerrar en museos del horror toda esta infernal parafernalia de matar por matar, para que queden las pruebas de lo que fuimos y para que nuevas generaciones eviten la reproducción de tales calamidades inútiles y de tantos crímenes en masa que desprecian lo más sagrado que nos fue dado: LA VIDA.

Les ha recordado lo infructuoso que han sido siempre tales actuaciones, cuando se consideran las pérdidas de vidas y no solo la ganancia económica de tal o cual acción. Que las relaciones entre unos y otros países, entre unos y otros continentes, no han de estar basadas en la fuerza de las armas, sino en la colaboración y en el intercambio mutuo, sin imposiciones leoninas, ni estrangulamientos de los uno a los otros por intencionadas y falsas razones.

Que es el momento y la hora de olvidar el chantaje, el engaño y el uso de la fuerza como los únicos modos de relacionarnos. Que la solidaridad y la generosidad nos harán más transcendentes y poderosos en nuestra nueva aventura. Pues, como una especie verdaderamente inteligente y poseedora de los mejores y más altos sentimientos, otros han de ser los retos. Hemos de olvidar la ignominia de estar matándonos los unos a los otros.

Que es ya el tiempo para dignificar nuestro espíritu y hacernos dignos del nombre de nuestra raza: HUMANOS.

Les ha comentado que nuestros avances han estado lastrados por la vergüenza de sus métodos y por el camino equivocado al que eran dirigidos. Que nuestro atraso en todos los campos del saber se debe solo a un primitivismo alentado desde mentes maquiavélicas que han de ser retirados de todo centro de decisión. ¡Que ya está bien! El interés ha de cambiar su significado actual y su parcial sin-sentido. El objetivo no ha de ser otro que el salvaguardar la vida de cada uno de nosotros esté donde esté y de todo aquello que nos rodea, pues es imposible olvidar que esta tierra y todo cuanto en ella es,  no son más que el origen y el sustento de nuestra propia existencia como especie. Entre todos podremos reconducir estos caminos desconectados de la felicidad e iniciar la dignificación de este planeta y de todos los seres vivos que en él cohabitan. Olvidemos los PIB (Producto Interior Bruto) y centrémonos en los FIB (Felicidad Interior Bruta) de todos los ciudadanos de nuestras naciones. Esa y no otra ha de ser nuestra riqueza y nuestra única meta. A eso os invito, a eso os reto.

Sobre la mesa no había documento ni protocolo alguno para firmar. Su firma consistió en levantarse de su silla y dar un abrazo a cada uno de sus interlocutores. Un abrazo sincero, profundo y lleno de esperanzas para este futuro que hoy recién empieza, con el final de la que ha de ser la última guerra entre humanos.

 Tiempo para dejar todo acto de barbarie, aislarla y olvidarla. Tiempo para comenzar una verdadera Edad de Oro de la Humanidad

…Tiempo para fijarnos en las estrellas.


¿Habrá algún día un nuevo presidente como este?

lunes, 24 de octubre de 2016

EL ÚNICO Y GRAN TESORO

Este planeta, esta tierra, que tanta suerte tenemos de poder pisar, es el único y el gran tesoro que tenemos, que nos pertenece a todos y que no es comparable con ningún otro tesoro conocido, porque todos aquellos que han sido producto de la mano del hombre han ido contra él mismo y contra el propio planeta. No hay especie animal o vegetal que haya ido contra su hábitat, más bien todo lo contrario, lo cuidan y respetan y, sin embargo, se les reconoce como especies inferiores; mientras que la nuestra, la superior, no ha hecho otra cosa que ir en contra, no ya de su propio hábitat sino, también, el de todas las demás especies. Recordemos, para mayor indignidad nuestra, que ninguna de esas especies inferiores ataca a sus congéneres, solo lo hace la especie superior, o sea, nosotros, los que encima nos hacemos llamar HUMANOS.

 Y humanidad, humanidad, lo que todos llegamos a entender por humanidad, es bien poca, a pesar de contar con más de 7 mil millones de almas y sus correspondientes auras.

Aquellos dioses (Que no Dios, si lo hay, porque de haberlo, de esto no se ocupa, que bastante tendrá con mantener en su justo lugar a tanto planeta y a tanta estrella y que no se le vaya todo como un castillo de naipes) que tuvieron la osadía de crearnos a su imagen y semejanza, se podían haber esmerado un poco más y, en el proceso de perfeccionamiento de nuestro ser, eliminado también todos los aspectos que nos hacen tan negativos hacia cuanto nos rodea. El caso es que no debe ser fácil crear una criatura a imagen de quien tiene la capacidad de hacerlo. Nosotros comenzamos hace años con los clones, que ya es algo; hemos avanzado en la creación de vísceras y tejidos a partir de células madre; inseminamos artificialmente y hacemos todo tipo de conjugaciones con los óvulos y los espermatozoides buscando seres más perfectos y al gusto de quienes sean los progenitores o científicos. Las investigaciones continúan y pronto no será necesario ningún útero materno que por algo se crearon las incubadoras. Jugamos también a ser dioses, aunque aún menores.

Al final van a tener razón los antiguos griegos y romanos porque ellos no eran monoteístas sino politeístas. Y quizá estuvieran mucho más cerca de conocer más sobre la verdad de nuestra existencia que nosotros tres mil años después y hasta es posible que tuvieran contacto directo con ellos a través de sus Oráculos, Eneidas, Odiseas e Iliadas. A nosotros, para alejarnos de ese conocimiento, se nos vendió como fábulas, mitos y leyendas, cuando, estoy convencido, no eran más que la realidad de sus vidas y experiencias. Todas esas civilizaciones de todos los rincones del globo coinciden en esos dioses de carne y hueso que bajaban de los cielos o que, incluso, cohabitaban con ellas. Hemos de reconocer, los criados bajo la costumbre  católica, que también somos politeístas porque eso de la santísima trinidad (Padre, hijo y espíritu santo) ya me dirán a qué responde sino es a un politeísmo como cualquier otro. Disponer de un solo dios trino, como que no nos ha ayudado en mucho. Tanto poder en uno solo o en los triunviratos, se ha demostrado siempre que no es bueno, todos terminan por creérselo, comenten barbaridades y acaban rompiendo la baraja. Además ya se alzan voces de que todo es falso –Nuevo Testamento- y aportan todas las pruebas que han sabido recoger en sus investigaciones y coinciden sus argumentaciones con la intuición de tantos, en tantos siglos de oscurantismo y obligado silencio o gratuita muerte.

El caso es que nuestro mundo está basado en demasiados cuentos chinos y mientras no rompamos con ellos, nos seguirán contando más cuentos. Va siendo la hora de exigir la verdad porque sólo conociendo ésta podremos decidir lo que nos conviene como especie inteligente. Porque estar a las expensas de no sé cuántas especies alienígenas nos hace ser los blancos de sus dianas y desconocemos qué implican sus dianas. Conociendo la verdad de nuestro origen y existencia podríamos sacudirnos de tanta nefasta religión que tan solo nos han conducido a luchas y guerras fratricidas por cruces, medias lunas o unos huevos fritos.

Sabiendo esa verdad podríamos tomar partido o bien por unos o bien por otros, según nos convenga a nosotros y no a ellos. Es una forma de intentar alcanzar la mayoría de edad para aceptar la responsabilidad de nuestro destino como raza. Dar el salto. Salir de este cuento para niños que ya dura demasiado.  Así, podríamos entender cuánto vale la vida de un semejante y cuánto esfuerzo habría que hacer por conservarla. Exijamos conocer la verdad y desterremos toda mentira malintencionada. En eso debiéramos emplearnos, que ya nos vale.

Dejaríamos tanta tecnología inversa y tanto rodeo, iríamos directamente a la fuente, permitiendo que este planeta pueda seguir vivo y conociendo cuáles son en realidad los riesgos y los peligros de nuestra existencia; cuáles las razones de tanto crimen sin sentido; cuáles las verdades y cuáles las mentiras. Porque eso del libre albedrío está muy bien, pero un libre albedrío bajo el continúo engaño no parece que sea lo más adecuado para ejercerlo. Deja de ser libre albedrío para convertirse en una cruel pantomima.  

Todo eso y más si consiguiéramos desembarazarnos del reparto del que somos objeto. Pues, parece ser que unos apoyan a unos y otros a otros y así este lío no hay quien lo entienda. Que este pequeño planeta se mantenga dividido y sujeto a los intereses de unos y otros no nos hace ningún bien. En ese desconcierto, en esa incertidumbre, en esa ignorancia de lo que realmente sucede, los que conocen, son los únicos que cumplen sus objetivos y éstos puede que no sean del todo éticos ni morales con el sagrado deber de perseverar en la defensa de LA VIDA y en la dignidad de su milagrosa existencia aquí y en el resto del infinito UNIVERSO. Porque ese es nuestro único y gran tesoro: LA VIDA.

Mientras, millones de seres superiores son pasto del sufrimiento; masacrados; asesinados; quizás, ofrendados a no sabemos qué dioses, por sus iguales que, además, desconocen las verdaderas razones de sus crímenes. Me niego a pensar que nuestra existencia ha de limitarse a esa realidad de que unos han de morir para que otros mal vivan creyendo que viven.


¡Me repugna y asquea esta HUMANIDAD!

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA MASA CRÍTICA Y LA EDAD DE LA TIERRA

Según los cálculos realizados en 2010 por John Rudge del departamento de Ciencias de la Tierra de la universidad de Cambridge, nuestro planeta tiene 4.470 millones de años.

Si partimos de una vida media de 80 años para una persona y le restamos los años de niñez, la efervescente  adolescencia estudiantil y también sus años de ñoñez, podríamos decir que su operativa más racional tiene unos 40 años como mucho. Además debiéramos restarle los años ocupados en trabajar o en buscar ese trabajo que le dé para mal comer y mal vivir pagando y pagando gracias a los continuados préstamos que inevitablemente ha tenido que suscribir a lo largo de esos años de curro. También en sacar adelante su prole, que no es moco de pavo. Con todo ello y algunas otras cuestiones que alcanzaríamos añadir, como la salud, podríamos hablar de que tiempo para pensar y racionalizar cuanto nos han estado contando durante toda la vida, hemos tenido poco, muy poco. Así, nuestras percepciones  y actuaciones han estado dirigidas desde nuestro nacimiento no para recrearnos una historia verídica sino, más bien, un cuento para niños. Todo nos ha sido dado per se, las cosas son así, y esto, y aquello y lo demás allá; siempre fue de esta forma y manera, cuídate de actuar distinto, ¡Ni te lo plantees! Hemos sido deliberadamente condicionados a pensar y a proceder conforme a un modo obligado e inducido por las  circunstancias, modas y usos del momento. Y, si encima añadimos que el sistema político en el que te has criado es una dictadura co-vaticana genocida e instaurada por “la gracia de dios”, ni te cuento. Más tontos que nadie y, además, con miedo y calladitos.

Nos han llenado de leyendas; mitos; fábulas; dioses y diosas; vírgenes; ogros y gigantes; símbolos; hadas y brujas; santos; druidas; magos; hechiceros; dragones; serpientes; hombres de negro; sociedades secretas; masones; rosacruces; gnomos; príncipes y princesas; religiones… Con un solo objetivo: Que no puedan saber LA VERDAD, esa que dicen que nos hará LIBRES. Nos quieren ESCLAVOS e IGNORANTES.

La cuestión de fondo radica en que a día de hoy hay un número demasiado importante de personas (Masa crítica)  que no creen, ni de perfil, en la certeza de la existencia de seres inteligentes de fuera de este planeta. No es por la falta de pruebas, no es por lo sensato y coherente que resulta creer en ello, no es por tanta evidencia racional, tan solo es por comodidad. Una comodidad que es vaga y conformista con la mediocridad y el primitivismo de este mundo. ¿Que se van a terminar las romerías y las procesiones? ¿Que se van a cerrar tantas iglesias y pagodas? ¿Qué va a ser de nosotros si dejamos de estar alienados? ¿Que no habrán más guerras; ni hambres; ni éxodos; ni pandemias; ni atentados; ni miseria? Se prefiere creer en algo intangible antes de conocer lo tangible, es más fácil y no implica ningún calentamiento de cabeza, ni salirse del cuento.

Si hubiera una masa crítica suficiente que creyera en lo evidente de otros mundos habitados por seres mucho más avanzados y de los que, incluso, dependiera nuestro origen y existencia, las cosas empezarían a cambiar a los ritmos adecuados y en la dirección correcta. Es como el indígena de una tribu ignorada y perdida que tiene la oportunidad de salir de su aldea y descubrir que el mundo en el que vive tiene otras muchas realidades diferentes a la suya y que lo que le han estado enseñando sus sacerdotes no es del todo cierto. De regreso, el indígena sería tomado por loco. Está solo ante todos, la masa crítica no está de su lado, aunque la verdad le acompañe. Ya no se sentirá partícipe con la realidad de los suyos. Será cuestión de tiempo que el resto de la tribu vea esa realidad y el tiempo para cada cosa siempre llega, es implacable.

El ministro de transportes de Irak inauguró hace unos días un aeropuerto y se atrevió a  decir que en Irak, hace 7.000 años, ya había aeropuertos, que fueron los primeros en construirlos. Irak, cuna de la cultura Mesopotámica, origen de las primeras y más grandes civilizaciones, cuna de los primeros procesos agrícolas y de la invención de la rueda y de cuantos elementos significaron un antes y un después en nuestra evolución técnica…… Avances que tuvieron lugar de un día para el otro y gracias a los que bajaron del cielo, que eso de la ciencia infusa es otra cosa.

De esa edad de 4.470 millones de años que tiene nuestra casa, nosotros tan solo conseguimos vislumbrar algo de los últimos 10 ó 12 mil años. Y si le quitamos todas las mentiras que nos han estado contando solo podríamos hablar de lo que cada uno ha sido testigo en su propia vida. O sea, nada. Porque la historia, el cuento, es del todo manipulable y se tergiversa según convenga a quien tenga el poder de destrucción, el poder de asesinar.

Pero seamos claros, aun creyendo en la existencia de otros seres inteligentes, no pensemos que son la solución a nuestros problemas porque muchos de ellos fueron por su causa: “Se acusa a los ángeles guardianes por haber desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción de los ecosistemas, la guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño. Y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo. Los arcángeles Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel, al ver la sangre derramada y la injusticia se dijeron que la tierra desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos. Dios los envía entonces a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes pues han oprimido a los humanos. Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos y los gigantes ante Dios.”
“Este castigo con que son castigados los ángeles es un testimonio para los reyes y los poderosos que poseen la superficie de la Tierra. Desgracia para los que edifican la iniquidad y la opresión y cimientan sobre el fraude, porque serán derrumbados de repente y no habrá paz en ellos… Habrá un cambio… los justos serán victoriosos. Desgracia para vosotros ricos, porque os confiáis en vuestras riquezas, seréis privados de ellas.”

Estos Vigilantes traicionaron sus órdenes recibidas y quedaron tan prendidos de la belleza de nuestras mujeres que sucumbieron a sus encantos. Ahí empezó el desaguisado, el lío en el que estamos, ya que no debe funcionar muy bien la cadena de mando estelar porque desde que tuvieran lugar esos acontecimientos, allá por los inicios de nuestra andadura, no hemos estado haciendo otra cosa que matarnos los unos a los otros y solo por tener más dinero y poder. Han pasado miles de años y aquellos Vigilantes y aquellos gigantes aún continúan con nosotros. Se ve que la intercesión de Enoc tuvo su premio y no acabaron con todos ellos. El diluvio no tuvo todo el éxito esperado. Un error estratégico que aún estamos pagando con nuestra sangre.

Muchos no hacemos otra cosa que elevar nuestro más desgarrador y desolado grito al cielo para que vuelvan a bajar esos diez mil santos y hagan bien su trabajo y se dejen de tanta chapuza que esto ya no aguanta más y barrunta una muy gorda y ahora contamos con bombas atómicas y de neutrones y no sabemos qué otras cosas más destructivas para hacer de este aún bello planeta un verdadero montón de escombros y que,  incluso, puede alterar el devenir armónico de otros astros más allá de nuestro cielo.


¡Ellos sabrán!

viernes, 16 de septiembre de 2016

LA REALIDAD DE NUESTROS DÍAS, DIVAGACIONES DE SEPTIEMBRE

En este septiembre de 2016 se cumplen ocho años de la caída de Lehman Brothers, que nos supuso la entrada a una de las más grandes crisis que la humanidad ha experimentado jamás. ¿Qué tendrá septiembre que a tan altos y graves acontecimientos siempre nos invita?

Esa crisis que, en principio, era solo financiera, supuso, en realidad, un retroceso en todos los niveles medibles del bienestar de esta humanidad que traga con todo lo que le echen. Quizá porque no tenga más remedio; quizá porque ignora demasiado; quizá porque muchos son los miedos que la atenazan y quizá, también, porque bastante tiene con su día a día y con rezar al falso dios de turno.

Ocho años después, la situación no ha mejorado, más bien ha empeorado. Todos los estados están más endeudados que entonces; todos los ciudadanos más pobres, desconcertados y las condiciones de vida han perdido, para más de un tercio de la población, todos los mínimos de dignidad.

En estos ocho años, los gobiernos han dictado nuevas leyes que solo han beneficiado y amparado a cuatro: El mundo económico-financiero (incluidas las aseguradoras); el mundo corporativo de las grandes multinacionales que dominan, oligárquicamente, todos los campos de la producción y distribución de bienes y servicios; los poseedores de grandes fortunas y a todos aquellos que hacen de la corrupción su modus vivendi. Ellos son los que realmente legislan y ordenan, los otros acatan y obedecen. Chantajean, engañan y enmarañan para obtener aquellos réditos que jamás se llevarán consigo tras su deplorable existencia en este planeta.

El retroceso social, económico y cultural de todas las ciudadanías ha sido, en estos ocho años, de verdadero pavor. Jamás fue tan claro y manifiesto el trasvase de la riqueza de todos –de la aldea global- en favor de unos pocos, de esos cuatro que he englobado anteriormente. No les marearé con la galopante precariedad laboral, ni del colapso económico inminente –a tanto ha llegado la usura y la codicia-, ni tampoco de lo inoperantes que resultan nuestros políticos –abducidos por esos cuatro jinetes apocalípticos- pues ni se atreven, ni saben cómo revertir lo que antes ya fue revertido. Están de fiesta en fiesta, que a ellos no les alcanza el sufrimiento ni falta alguna y ya sabemos que aquel que no sufre, desconoce qué es eso. Guerras, éxodos, desempleos, desahucios, hambre, miseria que aumenta exponencialmente y pérdida de la identidad humana, independientemente de cuál sea su origen, más o menos divino. ¡Vamos para atrás y contra corriente!

Anteriormente, el 11/09/01 (Otro septiembre), con el atentado de falsa bandera de las torres gemelas, se dio salida a todo cuanto después nos ha ido llegando: Destrucción y desestabilización de zonas geográficas –Oriente Medio- y las consecuencias implícitas que tales acciones conllevan: Aumento del terrorismo allá donde interesa que la tranquilidad deje de estar y aumente el miedo y la aceptación de la pérdida de libertades y movimientos; corrientes migratorias atroces, insostenibles, indignantes, terribles e inhumanas que hagan de espejo a nuestros particulares egoísmos con aquello de: “Virgencica, virgencica que me quede como estoy”. La complacencia y aceptación para cuanto quieran hacer de y con nosotros. Para ellos somos como una ofrenda a no sabemos qué dioses del Olimpo.

Esos dos hechos no habrían de ser considerados como producto de las casualidades, sino que son, más bien, consecuencias de un plan prefijado y planificado en el tiempo. Lo que buscan, está claro, no es el bienestar social de las poblaciones y su sostenibilidad –que es totalmente posible-. Lo que persiguen es otra cosa totalmente contraria. ¿Por qué? ¿Para qué? No es fácil dar respuesta cuando es escaso el conocimiento del que esto escribe, pero la intuición, que también es parte del saber, me indica el trágico final, fácilmente predecible, de toda esta dramática historia, contraria al principio de la vida y su defensa. En eso parecen estar. Al fin y al cabo siempre han actuado de esa forma y continuamente en la Historia les salió bien: Destruir para Construir.

El Universo está lleno de vida, pues no otra puede ser su misión: Albergar Vida. ¿Para qué tanta estrella e infinito espacio sino es para albergar vida? Menuda chapuza sería afirmar lo contrario. Así pues, piense detenidamente en lo recogido en el Kybalión y en uno de los siete principios de Hermes Trismegisto: 2. Correspondencia. “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: el Físico, el Mental y el Espiritual”.

A principios de diciembre pasado, el Papa Francisco avisó a las multitudes congregadas en la Plaza de S. Pedro que esa Navidad podría ser la última para la Humanidad. Que este año podría ser irreconocible: “Estamos cerca de la Navidad. Habrá luces, habrá fiestas, árboles brillantes, incluso escenas de la Natividad mientras el mundo sigue en guerras” “Mientras el mundo se muere de hambre, quemaduras y desciende aún más en el caos, debemos darnos cuenta de que las celebraciones de Navidad de este año para aquellos que optan por celebrarlo pueden ser el último”

Países que avisan a sus ciudadanos para que acopien víveres y efectivo para dos semanas; para que se preparen para volver a ser militarizados. Movimientos de tropas en el centro de Europa enfilando las viejas fronteras con URSS. Estados que conocen cuál es la crítica situación en la que estamos y de las malévolas intenciones de quienes ostentan el verdadero poder y que, como siempre ha sido hasta ahora, a ellos nunca les alcanzarán. Es la ventaja que tienen los que conocen la hoja de ruta –por ser quienes la elaboran o por tener línea directa con ellos- y que, para esas situaciones, bien que se aseguran con los debidos márgenes para que no les afecte en lo más mínimo.

Muchas son las amenazas para esta casa en la que vivimos, demasiadas incertidumbres y temores. Y sobre todo la sensación de estar solos ante tanto ser inhumano que parecen disfrutar y gozar con el sufrimiento y la necesidad de sus semejantes.

Esta noche, que ya está entrando disfrutaré viendo un cielo limpio, estrellado y con una luna llena resplandeciente y hermosa. Esa a la que dicen que llegamos y que no es verdad, como tantas y tantas otras mentiras a las que nos han estado sometiendo por miles de años. Intereses de los dueños, será, porque al fin y al cabo son ellos los amos de este mundo llamado Tierra.


Despertar e intentar saber algo de la Verdad a la que nos tienen alejados, solo eso nos queda. De momento, apreciado lector, cuídese en lo que pueda, que pintan bastos.

miércoles, 17 de agosto de 2016

GEOPOLÍTICAS AUSENTES

Halford John Mackinder (1861-1947), geógrafo y geopolítico inglés expuso en 1904 su “Teoría de la Isla Mundial” donde, como resumen, definía que esa gran isla mundial estaría compuesta por un gran Continente formado por Europa, Asia y África. Después, grandes islas como Gran Bretaña y Japón (Creciente Interior) y América y Oceanía como creciente exteriores.

Afirmaba que dentro de la Isla Mundial existe una gran zona central que se llamaría “Área Pivote” (Rusia) y aseguraba que: “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Área Pivote, quien gobierne la Isla Mundial controlará el mundo”. “Cualquier poder que controle la Isla Mundial controlaría más del 50% de los recursos del mundo. El tamaño del Área Pivote y su posición central, le convierte en la clave para controlar la Isla Mundial”.

A lo largo de la historia podemos observar varias tentativas por controlar esa Isla Mundial: Imperio romano; Imperio Carolingio; Imperio español; Napoleón; el Tercer Reich y lo que yo llamo el protectorado anglosajón, a partir de la I y II Guerra Mundial y el último intento: la CEE. Ninguno de ellos tuvo éxito por controlar esa Isla Mundial, quizá porque ninguno pudo controlar el “Área Pivote” pese a sus denodadas y reiteradas intentonas. Ni siquiera en ese intento de la CEE en el que aún estamos y que ha fracasado con todo su falso esplendor por basar todo en la economía como un fin único y último, olvidándose que la economía solo ha de ser el medio para alcanzar la felicidad de los ciudadanos. Y lo más importante de su fracaso: no haber incluido a Rusia, pues tan Europa es como Portugal o España. Ese fracaso, ya manifestado con el abandono de Gran Bretaña será rubricado si los EE.UU. consiguieran ganar la partida del TTIP.

El caso es que conocemos más sobre un país de poco más de doscientos años, y que se halla más allá del oceáno atlántico, que de Rusia que comparte el mismo territorio. El mundo anglosajón-sionista se nos impuso en cada una de sus victorias bélicas en la propia Europa y les hemos sido fieles y obedientes en todo cuanto ellos han necesitado y más. Poco hemos influido en la política internacional siendo, tan solo, unos “aliados” más. Como mucho, correa de transmisión de las órdenes anglosajonas. Europa, los 27, no supieron zafarse de las garras del águila de cuello blanco. El TTIP no servirá para defender los intereses europeos, servirá para defender los anglosajones-sionistas. Por ello, Gran Bretaña, se va. Lo que necesite del continente lo obtendrá y, además, de gratis, vía los EE.UU.

El corporativismo anglosajón-sionista se constituyó y se mantiene gracias a la guerra. Sin guerra no hay beneficios. Esta es la base de su dominación: la guerra y el saqueo de cuanto se le pone a tiro. Su único interés es el beneficio para las grandes multinacionales, para las grandes oligarquías que controlan este mundo en base a gráficas en las que ellas nunca pierden. Ahí tienen ustedes la historia pretérita y toda la zona del Medio Oriente en el presente.

La cuestión es que Rusia no ha estado garbillando agua. Rusia ha sabido ampliar hacia el oriente toda su influencia y el territorio es lo suficientemente grande como para contener a muchas Europas de los 27. Sus alianzas con otras grandes naciones, incluidas China y la India, están dando la razón a Mackinder y es la propia Rusia quien está conformando el Área Pivote y, más temprano que tarde, Rusia gobernará la Isla Mundial. Le pese a quien le pese y este quien este.

Alemania y Francia ya están dando los pasos para el acercamiento con Rusia y se mantienen más encuentros que nunca. Seguros de que ese es el camino y no otro.

Lo que me pregunto es dónde está la geopolítica española. Lleva enterrada más siglos que el Cid y no hay en el espectro político español nadie con algo de amplitud de miras y que se eleve sobre tanta mediocridad de nuestra clase politica. Ocho meses sin gobierno y lo que nos queda. Un país en bancarrota y esos politicuchos centrados en conservar el sillón al coste que sea. España debiera, per se, de contar en esta historia de la geopolítica internacional, pero, a pesar de nuestra influencia en tan vastos territorios de este mundo, se prefirió controlar el cortijo de parte de la península ibérica, guerras civiles incluidas. En eso llevamos siglos, centrados en los negocios particulares de cuatro sabandijas que no nos dejan ni respirar. Con índices más del tercer mundo que de este en el que dicen que estamos. Lejos quedó el Real de a Ocho que fue la primera divisa de uso mundial durante más de cuatro siglos.  

Así que continuaremos en la ignorancia forzada, pero, eso sí, desfilaremos y procesionaremos en cuantas fiestas y romerías hayan en nuestro pueblo y los vecinos, rendiremos pleitesía a vírgenes y santos que tanto hacen por nosotros, los míseros siervos de la conformidad de los más tontos.

Una Nación dormida, nunca será un Estado y un Estado dormido será pasto de moscas y mosquitos, de corsarios y piratas de fuera y de dentro. Después vendrán las hambrientas y risueñas hienas a llevarse los restos que esparcirán por los suelos secos y áridos de lo que pudo ser y no fue. Un Estado sin proyecto alguno, ni interno ni externo, no va a ningún sitio. Lo que se pueda estar escribiendo en la bitácora actual es de una banalidad total, no hay aspiración alguna más allá de la mediocridad a la que nos han conducido y en la que parece que estamos tan contentos y felices. ¡Lástima de País!


¿Geopolítica? ¿Eso qué es?

lunes, 11 de julio de 2016

¿HABRÍA QUE CONSIDERAR UN POSIBLE FINAL A TANTO DESATINO?

Que el dinero del que pueda disponer en su cuenta corriente, mañana, le sea arrebatado por la legalidad del sistema.

Que sus años de trabajo y de pagar sus impuestos no le sirvan para cuando más lo necesite.

Que la estructura económica en la que ha estado obligado se derrumba por la codicia y la usura de unos pocos iluminados.

Que todo cuanto le han estado contando en su vida es tan solo una retahíla de mentiras y engaños para que unos pocos pudieran vivir como verdaderos reyes y señores de todos los demás.

Que la civilización que le vio nacer ha llegado a su decadencia obligada y condicionada por la codicia y la usura de unos pocos.
Todo eso y más habrá de ser considerado por usted y mucho antes de lo que se pueda imaginar. Porque no es que este barco se esté hundiendo, es que está ya hundido y tan solo nos queda el oxígeno almacenado en los compartimentos estancos y durará lo que dure.

Una vez más las fuerzas del mal salen victoriosas. Van a acabar con otra civilización de las muchas que antes lo fueron en nuestra Historia.

Es nuestro sino bajo el gobierno de esas fuerzas oscuras de las que nunca supimos liberarnos. Es difícil hacerlo cuando todo está bajo el engaño y la mentira desde el inicio de los inicios.

Han conseguido nuestro agotamiento más profundo y nuestra mayor ignorancia sobre todo cuanto nos rodea. En contra de lo que pudiera parecer, hoy, somos más borregos que nunca. Son ellos los que manejan la información, la manipulan y tergiversan, convirtiéndola en basura. La verdad nunca se puede alcanzar. Ellos lo han impedido siempre con la única intención de mantenerse en el poder sobre este mundo.

Hay movimientos que levantan la sospecha, cuando menos, de que algo importante y trascendental pueda llevarse a cabo en breve, aunque pudiera parecernos inverosímil y disparatado, dada la aparente placidez en la que nos encontramos en esta parte del orbe.

En nuestro día a día no cabe el análisis sobre hechos aislados que se producen en décadas y que, solos, no son entendibles. Un plan maestro requiere de tiempo, de estrategias, de arduas tramas que se tejen poco a poco en el tiempo pero que tienen una finalidad manifiesta cuando se ven en su conjunto. Hay un plan que nos sobrepasa y del que no somos conscientes porque nuestra percepción será, tan solo, para ver el final. Lo de los hechos consumados, que se llama.

Movimientos amenazantes de tropas en puntos estratégicos, ratificaciones de los apoyos de los aliados y alerta a los puntos adelantados y que, junto a una economía en la más absoluta ruina, indican la toma de posiciones para el inicio de “otra gran empresa”.

“Otra gran empresa” de la que usted y yo solo seremos unas víctimas más. Porque jamás de los jamases fueron esas fuerzas oscuras perjudicadas por sus propios actos, sino todo lo contrario, salen renovadas y más fuertes. Saben mantenerse al margen, que por algo son ellos quienes planifican, dirigen y ejecutan el plan desde sus amplias mesas de camilla. Seremos los “daños colaterales” que pagaremos sus orgiásticas y malévolas tramas. Apelaran a los mismos principios de siempre para convencer a las mayorías de la necesidad y bondad de sus intenciones. Caeremos como moscas. Como siempre ha sido a lo largo de la Historia de este ser humano, al que nunca permitieron ejerce como tal.

No espere ayuda de nadie. Nadie vendrá. Ellos, esas fuerzas del mal, siguen dominando este aún bello planeta. Y será, que el infierno no existe más allá de este mundo, porque está en este. Al fin y al cabo aquellos ángeles caídos cayeron aquí y aquí siguen, no descubiertos, per secula seculorum y, todo ello, mientras no haya una masa crítica suficiente que desmantele tanto engaño.


A pesar de mi visión nada optimista por lo que veo por ahí, no pido más que esas otras fuerzas de luz, que no me cabe la menor duda de que las hay, nos ayuden y no permitan más desastres. Que ya está bien de tanto sufrimiento innecesario y que si cometimos algún “pecado venial” yo creo que lo hemos pagado ya, y con creces, a lo largo de toda nuestra existencia como raza. Que nos permitan cambiar de bando, que para ellos no ha de ser tarea ni imposible ni baladí. Y, si es que estamos condenados para siempre, que nos lo digan y nos dejaremos de tonterías y sandeces, que mucho parece estar durando toda esta broma de tan mal gusto. ¿O no?

jueves, 7 de julio de 2016

EN OCTUBRE A POR LAS TERCERAS Y DEFINITIVAS ELECCIONES

Es lo suyo. Cualquier otra solución sería alterar el claro resultado del pasado 26 de junio. En ellas, el gran beneficiado ha sido el PP, único partido que ha conseguido aumentar considerablemente el número de diputados pasando de los 123 diputados del 20D a 137 y con 7.215.530 y 7.906.185 de votos respectivamente.

El PSOE, bajando, pasó de 90 a 85 diputados con 5.530.693 y 5.424.709. Tanto bañar y guardar la ropa tiene esto, que te adelantan por todos los lados y la mediocridad abunda cuando lo importante para algunos es estar por estar y al precio que sea. El café, café y no el descafeinado. La política de Estado hay que defenderla con arrojo y valentía aunque implique, que lo implica, enfrentarse con los más poderosos. Para ser correa de transmisión ya está la marca propia de la casa.

Podemos pasó de 69 a 71 con 5.189.333 y 5.049.734 con su alianza con IU y contra todos los pronósticos.

De estos resultados concluiremos que la izquierda suma más que la derecha sin conseguir desbancarla. La división de fuerzas tiene esto y la derecha siempre unida, gana. Además de la posible utilización de todos los medios que el control del Estado facilita a la hora de saber actuar buscando lo más favorable, no para la Nación sino para los intereses que esa derecha representa. No sería la primera vez.

A lo que voy es a buscar un poco de coherencia y dentro de esta buscar toda la pedagogía posible:

1º.- La transición de la dictadura a la democracia no fue modélica, fue una bajada de pantalones con una Ley –Una sola hoja- de amnistía total para todo lo anterior. Se garantizaron su fuerza y supervivencia en el nuevo proceso.

2º.- González se encontró el marrón de una economía antigua y un País hecho unos zorros. Sucumbió al neoliberalismo de Thatcher y Reagan. Nos metió en la Comunidad Económica Europea y se hizo neoconservador y neoliberal.

3º.- Aznar utilizó todos los resortes posibles para alcanzar la Moncloa y le salió bien gracias a la inestimable ayuda del tío Sam y a que los casos de corrupción en el PSOE –hoy son un chiste- fueron debidamente castigados por la ciudadanía –no como ahora al PP-. Terminó de vender todo lo que quedaba por vender y cambió la ley del suelo provocando “El pan para hoy y el hambre para el mañana” El dinero manaba, solo había que ir a pedirlo y te lo daban.

4º.- Zapatero se tragó el marrón de los ocho años de Aznar y llegó el hambre y la ruina. Ni supo defenderse. Aceptó las órdenes de Obama y de Merkel y nos dejó con el culo al aire con la modificación del artículo 135 de nuestra Constitución. Había que devolver el coste de la juerga. ¡Un buen puñetazo en la mesa le faltó! O amenazar con salirse de este club de burócratas y economistas de mesa de camilla, que no de defensores de los intereses de los ciudadanos que son quienes, al final, pagan el club.

5º.- Rajoy se aplicó con ahínco para que los españoles medios y bajos pagaran la fiesta. Para los suyos no y continuaban como siempre con el expolio y el saqueo a lo público y a los bolsillos de esos conformistas ciudadanos que no abren los ojos por aquello de “Ojos que no ven, corazón que no siente” Reformas y recortes; pérdida de derechos y libertades; reducción de ayudas a parados; trabajos en precario y por horas; indemnizaciones perdidas, jubilaciones que están a punto de desaparecer, déficits y más deuda, etc. Etc.

Su partido se descubre como el mayor comisionista en B de esta triste historia de esta pseudo democracia. Sus allegados, los más corruptos de los corruptos de este esquilmado pueblo de analfabetos, pero muy religioso con esa fe que tanta paz y tranquilidad procura a los pobres de espíritu. Hoy mucho más pobres también con sus monedas, que cada vez son menos en sus bolsillos y más pobres en su dignidad de ciudadanos libres, que  pensaban formar parte de las naciones más avanzadas en la aplicación de los derechos humanos y en la redistribución de su riqueza… ¡Tururú! Están dejando en un perfecto Crack a España y a los españoles y en todos los órdenes. Todo ello avalado por la amnistía que saben que tienen y que les impide visitar la cárcel. Ellos o la guerra. Amenazan y tocan la tecla del miedo en el subconsciente colectivo de un pueblo derrotado y sabiendo que tan buen resultado les dio para sus intereses de una oligarquía medieval.

Bueno, que me disperso, que a lo que yo iba es a lo que sigue:

Que hayan nuevas elecciones, en Octubre mejor, por favor. Que los ciudadanos más despiertos y espabilados no acudan a esta pantomima. Así, el PP podrá alcanzar mucho más que la mayoría absoluta de los 176. Sería bueno que llegara a los 350. ¿Por qué no? Eso les gusta, les viene de antiguo. Que no lo obtengan por abstenciones obligadas, claudicantes y contraproducentes. Dejen tranquilo a Rajoy que no todos los países pueden tener a su propio Forrest Gump y nosotros lo tenemos en todo lo malo.

¡Déjenles! gobernar a su manera y ¡Déjenles! aplicar sus políticas económicas, sociales y culturales. ¡Déjenles! En dos años o antes, habrán terminado de hundir y expoliar a este País llamado España y la mayoría de ellos se habrán ido al Caribe a vivir la vida loca. ¡Déjenles! Quizá sea este el camino para que aquellos temerosos, ineptos y analfabetos abran sus ojos y dejen de apoyar a tanta sanguijuela suelta, a tanto descendiente de aquellos autoamnistiados y con patente de corso. El camino limpio de tanto sinvergüenza y canalla, de tanto hipócrita y falso servidor público.

Que esos analfabetos políticos no puedan echar las culpas al anterior, como hicieron con Zapatero. Que confirmen quienes son los que llevan a este País a la peor situación posible. Que se convenzan sufriendo las consecuencias de sus equivocados y cortos razonamientos. Que entiendan quiénes les comen el tarro en esos falsos medios de incomunicación intencionada.

Es sufrir, en definitiva y por méritos propios, la catarsis en la propia piel. Que eso tiene no aprender y no estar a la altura de las circunstancias. Los griegos en esto fueron más aplicados y utilizaban la tragedia del teatro como medio para su purificación, nosotros, en cambio, debemos sufrirla en nuestra carne. ¡Qué le vamos a hacer! Ya saben, cuando sus pensiones sean reducidas y no puedan pagarse, cuando sus hijos –si trabajan- no alcancen ni la subsistencia por sus bajos salarios, cuando más de la mitad de la población se encuentre al borde de la pobreza más absoluta, cuando salir a la calle sea alto riesgo…

Vean un ejemplo: En esta uniprovincial y mal llamada Región de Murcia existe una laguna única, no ya en España, sino en Europa, el Mar Menor. Pues bien, durante más de 21 años de gobiernos de esta destructiva derecha no han hecho absolutamente nada para su mejora medioambiental y, que conste, los síntomas no aparecen de un día a otro. Hoy, los datos y la realidad parecen indicar que se está muriendo como espacio ecológico. Y eso llevará a que también muera como espacio económico, turístico, cultural y sociológico. Mientras, estuvieron haciendo otras cosas: Aeropuerto, desaladora, Contentpolis, Paramount, la del bancal y la de Vera, y que tantas riquezas nos han procurado. Ruina. Pero, en fin, la tragedia, la catarsis tendrá que ser, una vez más, compartida y sufrida solo entre nosotros, porque, no se olvide, ellos se irán al Caribe a vivir la vida loca.


Elecciones en octubre y para dentro de cuatro años, o antes, un pueblo nuevo con la lección aprendida, que vuelva a hablar.

lunes, 20 de junio de 2016

FRANCIA, ¿EL ÚLTIMO BASTIÓN?


Aunque los medios de comunicación tienen instrucciones muy claras de cuál ha de ser el tratamiento a las informaciones sobre la lucha que los trabajadores franceses están llevando a cabo, tenemos otros medios a través de los cuales nos enteramos de esa realidad, de ese pulso que están llevando a cabo contra el sistema corporativo mundial. Y es para descubrirse ante tanta valentía.

Asistimos a un cambio, en todos los aspectos, de lo que las leyes han estado legislando hasta ahora. Estas leyes están siendo cambiadas en beneficio de la productividad y de las transnacionales corporaciones. El mundo se ha hecho mucho más pequeño y la globalidad creada ha sido solo para la economía de unos pocos. Así, el ser humano deja de tener consideración alguna –con lo que costó ganarlo- y ha pasado a ser un mero instrumento más de este sistema depredador y que, por donde pasa, no crece hierba alguna.

Primero, las corporaciones financieras y empresariales arrebataron a los Estados todas sus empresas nacionales a cambio de un precio pactado, anunciando “el pan para hoy el hambre para el mañana”. Segundo, trasladaron sus producciones a lugares más rentables económicamente y menos restrictivos con los sistemas de producción, ya en el aspecto laboral, ya en el medioambiental. Y tercero, modificaron y modifican aquellas leyes del viejo sistema europeo que velaba por el asalariado a cambio de mayores beneficios, para adaptarlo a esa globalidad que ellos controlan en exclusividad. No lo olvidemos, los Estados ya no tienen ninguna capacidad de intervención ni en sus propias economías, pues las posibles herramientas –empresas estratégicas- fueron liquidadas y están en posesión de la “Gran Corporación”. Además, nos obligaron a ceder las soberanías nacionales para su exclusivo beneficio porque, al fin y el cabo, quienes toman las decisiones importantes, en esos nuevos centros de soberanía multinacional, son nombrados por las propias corporaciones. A los Estados se les ha adjudicado el papel de modificar las leyes que ellos les dicten; controlar y repeler policial e incluso militarmente a las poblaciones que intenten reivindicar sus derechos; recaudar los impuestos que son aumentados exponencialmente para pagar las deudas que nos generan y atender las ilimitadas exigencias de los dueños de esas corporaciones para que sus balances aumenten año tras año. Todo en beneficio exclusivo de sus propios intereses oligárquicos, no en el de los ciudadanos. Cortar y recortar las inversiones en todo aquello que beneficie a la clase trabajadora y sus familias y, por ende, beneficiar a los intereses corporativos.

Un panorama que ya tenemos –en España somos muy adelantados- encima de nuestras cabezas. Europa cuenta ya con más de 150 millones de parados y la pobreza aumenta de forma desorbitada y la explotación laboral casi ya roza al medievo.

Una de sus últimas ideas –de esas corporaciones- es anular el dinero físicamente. Ya hay algún que otro país donde no pagan en metálico. Lo van a imponer más pronto que tarde, con las consecuencias que ello conllevará. No lo hacen para que usted pueda disponer de cuanto necesite sin atender a si tiene o no tiene saldo. Lo hacen para ejercer todo su poder sobre todos nosotros, porque usted no tendrá posibilidad alguna y ellos tendrán todo su control sobre su economía particular y le harán chantaje y lo esclavizarán aún más. No lo hacen para evitar los paraísos fiscales, ni el contrabando de armas, ni la trata de blancas y la prostitución, ni el tráfico de drogas. Ellos tendrán el control absoluto de la tecla “Intro” del ordenador central. No lo hacen para ellos, lo hacen para manejarte a ti. Todo quedará bajo su más absoluto control y ellos, arbitrariamente, decidirán lo que les plazca hacer. Y el Estado les ayudará y te perseguirá y te hundirá en la miseria.

Han acelerado la implementación de nuevos sistemas productivos sin resolver la problemática social que conlleva inevitablemente. Les importa más bien nada lo que les pueda ocurrir a miles de millones de seres humanos. Y, quizás, una de sus razones sea esta, ¡Somos tantos, que les sobramos! Y ahora, con los avances telemáticos y el mundo de la robótica, no te digo.

No se han dedicado a poner en valor los grandes avances técnicos como la energía abundante, libre, gratis y sin contaminar. No se han dedicado a buscar los equilibrios medioambientales y hacer llegar a todos los rincones del globo los beneficios de un mundo más humano y más habitable –que sitio aún queda-. Solo procuran guerras, genocidios y exterminios de lo que no les conviene a sus intereses cortoplacistas en sus balances. Les sobramos.

Son tiempos muy difíciles, complicados, donde la conjugación de todos los parámetros tendría que tenerse en cuenta y no solo una parte de ellos. Implicaría generosidad y bien poco saben de esto quienes manejan de verdad este cotarro. O más bien, eso que están haciendo que olvidemos: “La redistribución de la riqueza” ¡Si, si, en eso están pensando! ¡Qué ilusos somos! Si queremos esa redistribución de la riqueza, porque todos somos creadores de la misma, no será porque nos la van a dar sin más, hay que pelearla y lucharla sin  cuartel.

Así que los franceses tienen una ardua tarea y su coraje y decisión no tienen por qué disminuir. Al fin y al cabo, fueron ellos los que inventaron y, tan acertadamente, dieron uso a la guillotina. Y quizás, no estaría de más llevar también el miedo a aquellos que tan rápido nos lo han impuesto y por ser los más pusilánimes y lacayos. Que vuelvan a ser los franceses los que nos enseñen el camino no sería más que repetir la Historia. ¡Aprendamos! Tenemos la oportunidad de votar el próximo día 26, ¡piénselo bien y no tire su voto a la cloaca!


¡Vivan los franceses, viva Francia!

viernes, 22 de abril de 2016

DIVIDE Y VENCERÁS - MÁRGENES ROTOS

Que se sepa. Los márgenes están rotos. Tras más de ocho años de la última crisis económica, laboral, social y humana, y no bastando con el derroche a espuertas realizado en obras a sabiendas de su inutilidad colectiva y con el único objetivo de llenar los bolsillos de unos pocos; a sabiendas de todo el despilfarro llevado a cabo en todos los rincones de este desgraciado País; a propósito de expoliar y expoliar como si el mundo se fuera a acabar y, como poniéndole el broche de oro a dantesco panorama, lo que estamos conociendo sobre Andorra, Suiza, Panamá y tantos otros lugares (aún por descubrir) donde durante años se fueron ocultando las fortunas de la codicia y de la usura, hemos de reconocer que cualquier margen tolerable ha sido superado. Y no solo aquí.

De tal forma, que no debemos de llevarnos las manos a la cabeza cuando veamos que el contenido de esos márgenes se desborda sin control alguno y que, como ocurre con los castillos de naipes, nada quedará en píe.  

El sufrimiento, la angustia y tanto suicidio provocado en plebeyos, lacayos y sirvientes, no pueden quedar sin justicia. Y hablo de la justicia natural, no de la artificial que siempre está al servicio de todos aquellos que la pueden pagar, y ellos pueden. Así que estén tranquilos todos aquellos que tan bien velaban por lo que consideraban y consideran que son sus dineros. Nada les pasará ni nada tendrán que devolver. El sistema es garante con todos ellos y primero habrá que demostrar la ilegalidad y eso no es siempre fácil cuando los resquicios de todos los reglamentos son tantos. Y que pasen diez o quince años de procesos son una garantía más para su impunidad. Pregunten a Fabra, que, tras catorce meses ya solo irá a la cárcel a dormir, si le ha compensado tanto premio de la lotería. Así, esa justicia natural, aquí como allí, no tendrá más remedio que imponerse. Nuestra incapacidad, propia o inducida, en reconducir tanto mal provocado a tantos, no será óbice para que sea implantada. No habrá excusa alguna y nuestro mundo sufrirá tanto desmán y desatino por la insistencia de ir en contra de todos sus preceptos naturales. Son estos, y no los nacidos en esos parlamentos artificiales, los únicos que debiéramos haber seguido en nuestra conducta y actitud.

Ya no quedan palabras y las fuerzas de sus significados se han diluido de tanto repetirlas. Este País, esta sociedad mundial se han convertido en un zombi más, que deambula sin horizonte ni luz alguna que la ilumine. Cegados ante el sufrimiento que nosotros mismos imponemos a los demás. Miles, centenares de miles que huyen de las guerras que les provocamos y los abandonamos a su suerte y desdicha. Asistimos al nuevo espectáculo, perplejos y cómplices del mismo. Siempre fue así.

Este País, esta Nación de Naciones, y como todas las demás de este pequeño mundo, han sido engañadas durante los milenios que han sido y siempre por los mismos. Y de tanto engaño surgió la ignorancia y el conformismo con la propia y ajena miseria social, económica y espiritual. Reduciendo a la mayor de las mediocridades todo intento de lucha por la verdadera libertad, por la verdadera fraternidad y por la verdadera igualdad de todos los seres humanos que la han conformado y conforman.

Nos han mantenido desiguales y divididos, sustraídos a toda verdad natural y revolucionaria y, por ello, sumidos en lo más profundo de un pozo de aguas sucias del que jamás nos dejarán salir. Un planeta de entre miles de millones, con todo lo necesario para una vida digna para todos sin excepción. Y, sin embargo, su especie inteligente y suprema, lleva guerreando entre ella miles de años para conseguir riquezas efímeras que nadie ha conseguido llevarse más allá de su tumba. Una Humanidad de demonios y de monstruos, un mundo fallido. Los demás, como un hámster dando vueltas y más vueltas a la misma rueda que no deja de girar porque él mismo es quien la impulsa sin tomar conciencia de ello.

Siempre son las mismas retóricas, los mismos cánticos que nos adormecen siempre a los mismos, las mismas reglas y normativas que nos impiden cualquier movimiento de liberación y que tanto defienden a esa clase de engendros que se creen iluminados por un dios falso y creado por y para su conveniencia e interés. Crear A y crear B para distraernos en una lucha infructuosa y sin sentido de la que C siempre sale victorioso. Derechas e izquierdas; arriba y abajo; norte y sur; católico o protestante; judío o musulmán; capitalista o comunista; blanco o negro; del Madrid o del Barcelona; dios o el demonio; dulce o salado… Una antiquísima estrategia en la que C maneja los hilos a su antojo, mientras nuestra inconsciencia y desconocimiento se convierten en su gran aliado y cómplice para esta vida única que se nos da.  Divide y vencerás.

El objetivo de C sigue siendo el mismo desde hace miles de años:


¡Que se jodan con su ignorancia y mediocridad!

lunes, 11 de abril de 2016

POBRES, LOS GORRIONES

Hasta este pequeño pajarito está dando muestras de cómo está la cosa en este perdido mundo. Su número está disminuyendo. Ya ven, el gorrión, ese pequeño pajarito, tan fuerte y que tan bien supo adaptarse a todos los climas y a todas las latitudes (Como nosotros), también está sufriendo las consecuencias de este preámbulo a la mayor de las  incertidumbres y locuras en las que nos encontramos todas las especies ya sean éstas acuáticas, terrestres o áreas.

De ese preámbulo somos nosotros, la especie más inteligente, los autores, que no quepa duda alguna. Hasta aquí hemos sido los publicistas de este prólogo que vaticina el peor de los desenlaces para esta tragedia en que hemos convertido LA VIDA. A cada efecto le corresponde una causa anterior y es por ello, por los efectos presentes que estamos viendo y sufriendo, que sabemos de las causas  que fueron y de las nuevos efectos inducidos que nos han de venir y siempre dirigidos por unos pocos locos. No es nada difícil y necesitado de sesudos análisis ni conjeturas, es, tan solo aplicar el sentido común.

Por cierto, en ese pino donde mi calle termina, los gorriones están alborotados y sus piares no cesan. Será cosa de esta primavera y de este excelente día de primeros de abril. La brisa se oye al rozar las hojas de los árboles y, de repente, surge  sobre sus cánticos, majestuoso y potente, el trino de un mirlo negro y brillante que parece avergonzar a esos pobres gorriones pues, al poco, acallan todos sus estridentes piares. No ha habido que pagar entrada para disfrutar de esos minutos de vida, cosa que agradezco a unos y al otro, porque en esta vida que nos ha tocado todo ha de pagarse, todo tiene un precio y si no pagas, mueres. Y si no trabajas, no cobras y si no cobras, mueres. Todo ello se fue construyendo en nombre de un dios porque, no habiendo justificación natural alguna, el hombre acudió a él para justificar lo injustificable y frenar así toda disputa de los sensatos.

Estarán contentos esos dioses con tanto como se ha hecho en su nombre. Y eso, lógicamente, si existe algo parecido a ese concepto de dios que nos fueron inoculando siglo tras siglo y que, de haberlo, nada tendrá que ver con la realidad que se esconde más allá de este cielo que hoy es tan azul, tan claro y tan inmensamente bello y que otros tanto se molestan en hacerlo oscuro y opaco. Porque, estoy seguro, nos habría ido mejor a todos de no contar con esa figura tan divina y nefasta. Nos habríamos preocupado más de lo que nos rodea y, no conociendo de todas esas parafernalias y cuentos chinos, nos habríamos preocupado más de nosotros mismos y de cuanto con nosotros forma parte de este planeta. Nadie hubiera podido utilizar ese falso “salva conducto divino” para cometer los mayores crímenes contra esta única y bellísima NATURALEZA y contra nosotros mismos. Porque no otra cosa hemos estado haciendo desde nuestros principios más lejanos: Jodernos los unos a los otros. Eso es lo único que sabemos hacer bien, pues nos lo enseñan desde niños. Y esa jodienda está alcanzando unos niveles tales que se están tornando insoportables e intolerables para la inmensa mayoría y, como ésta no cuenta, los pocos que son arquitectos de esta mal lograda civilización, procederán, directa o indirectamente, al mayor de los genocidios. Les sobramos y nos achucharán aún más entre nosotros para que les hagamos el trabajo sucio de nuestro propio exterminio. Están trabajando en ello a destajo. Así que el fin de las  especies no se quedará limitado a aquellas que consideramos inferiores –gravísimo error esta consideración hacia quienes han contribuido con su existencia a que este mundo sea lo que aún es- si no que nos alcanzará a todos, a ellos también aunque crean que no. Tal es la degeneración a la que hemos llegado que, al igual que en las últimas grandes civilizaciones de nuestra historia, nuestro fin se acerca de forma inexorable. El equilibrio ya fue roto y solo nos quedan los bandazos a diestro y siniestro antes de la inexorable caída.

Mires hacia donde mires solo ves engaño, fraude y una insoportable manipulación de todo lo cierto. Te roban hasta lo que no tienes: tu futuro y el de tus hijos. Nos han robado todo y como no les queda nada más que robarnos, nos borraran de la existencia. Así de simple. Una vez más, esa silenciosa y laboriosa Naturaleza será la encargada de poner cada cosa y cada especie en el lugar que le corresponde. Hasta ahora así ha sido y lo seguirá siendo mientras el planeta que nos acoge siga dando vueltas. Una especie, la nuestra, con una inteligencia superior es incapaz de respetar la vida tal y como se le entrega, rompe todas las reglas que la hacen posible y, por lógica, termina por sucumbir a su propia destrucción. Otra vez más.

Los cimientos sobre los cuales pivotan todos nuestros anhelos y buenos deseos están putrefactos. Demasiada maldad. Las estructuras que compartimentan nuestras vidas no dejan resquicio ni a la verdad ni a la libertad, nos mantienen presos e impotentes, totalmente condicionados a unos parámetros inamovibles y estancos. Ya no queda aire ni para respirar. Los techos de toda esta deplorable, penosa y triste arquitectura oprimen en tal extremo que todo se limita a una mera supervivencia, a un sálvese quien pueda y caiga quien caiga.

Me resta una pregunta:
¿Dónde están aquellos dioses buenos que salven a los gorriones?

No hay otra, solo ellos pueden ser nuestra última esperanza. Es lo que hay.

sábado, 20 de febrero de 2016

PORQUE ME ASISTE TODA LA LEGITIMIDAD Y LA NECESIDAD DE DESENMASCARAR IMPOSTORES

Hacía tiempo, quizá demasiado, que no escuchaba música como la que escucho ahora: gregoriana y en latín, como Dios manda. Reconforta. Y espero me ayude a deciros cosas que he tenido que reservar muy a mi pesar y que ahora no tiene más sentido seguir ocultando, visto lo visto del proceder de algunas y algunos.

Entended todo cuanto os diga como constructivo, que no otra cosa me asiste. No hay ni revancha ni rencor, solo dolor, desengaño y verdad, para que aquellos que mantienen sus ojos cerrados los abran y vean; y, para aquellos que solo han prestado oídos a una parte, sepan que siempre es bueno contrastar. Dudo que solo unas páginas puedan contar todo, así, si el ánimo me lo pide, os continuaré contando, que para mucho hay y dispongo de tiempo. Os ruego, previamente, disculpas por ello.

Aquellos que me conocéis sabéis de lo ocurrido y los que no, os diré que he sido cesado en mi trabajo. Para obtenerlo no tuve que hacer oposición alguna, entiendo que fue como reconocimiento al trabajado realizado durante varios años; infinidad de artículos y encuentros con compañeros, conocidos y amigos. Buscar a las personas adecuadas para revertir un proceso que duraba 20 años en los que unos señores de un partido político contrario habían convertido un término municipal en su cortijo y feudo para el propio interés y el de sus amiguetes. Se sumaron más compañeros a la causa y una fémina dio pasos para convertirse en la líder de esa transformación, primero en el cambio de la dirección de nuestro partido y, más tarde, en lo que fuera menester. Hubo que convencer a muchos de su idoneidad y aquí he de hacer un acto de contrición y con el gregoriano de fondo que me acompaña, entonar un “Mea culpa” y pedir disculpas a cuantos pude hacer variar en sus criterios y opiniones iniciales. Me equivoqué, fue un espejismo, y donde quisimos ver un líder, no lo había. La persona en la que depositamos nuestra confianza nos engañó, y el tiempo está demostrando que ni está preparada ni sus cualidades son las más adecuadas para dignificar la política. A mí también me alcanzó su embaucamiento, recuerdo que en más de una ocasión me dijo “Que no me quedara con su lado malo”. Por eso, más de una vez, comprendí y perdoné sus salidas de tono y contradicciones, ¡Qué iba a hacer! Quizá mi situación actual no sea más que el pago de ese error que, por otro lado, asumo con toda humildad. En mi vida siempre he procurado no poner en juego ni mi dignidad ni mi credibilidad y siempre he luchado por cumplir con unos principios básicos de moralidad y ética,  mucha decencia en mis acciones para que, jamás, pudieran perjudicar a aquellos que no lo merecieran. También por eso, quizás, en estos días he tenido tantas muestras de cariño y aliento de aquellos que bien me conocen y que tanto agradezco y tanto me reconfortan y reafirman en mi proceder.

Nunca he sido desleal a mi partido, tampoco he cuestionado la autoridad de sus líderes, pero en este caso, he de decir que estamos ante un fraude, una estafa a las ideas socialistas, os lo puedo asegurar. Hay quien se  sirve de ellas para el engaño, la treta y la artimaña propias de una mente maquiavélica, movida únicamente por desmesuradas ambiciones personales de poder y grandeza. Y digo maquiavélica por no deciros enferma. Los que sepáis leer entre líneas coincidiréis conmigo en el diagnóstico, es certero, desgraciadamente.

Son tantos los atributos negativos como la prepotencia exhibida ante aquellos que no elevamos la voz ni montamos escándalos, ni tergiversamos el orden de las cosas, ni llenamos a nadie –que no lo merezca y en su ausencia- con falsas injurias y oscuras intenciones. Recurrir a esto para ocultar las propias incapacidades dice poco de la catadura moral y ética de quien lo practica.

Gracias a los síntomas que toda enfermedad conlleva, entendemos qué se está incubando o qué mal anida en nuestro organismo. Ver fantasmas y misterios donde nunca los hubo es el reflejo de miedos y temores a ser descubiertos. Contradecir es cavar tu tumba y yo la cavé, porque no tuve miedo en decirlo y hacerlo cuando fue necesario –siempre con buena intención y en lo que yo creía era mi deber- Nunca he sido plañidero ni palmero de nadie, como mucho he guardado silencio, mientras otros, cobardemente, reían gracias y obedecían sin rechistar, no fuera a ser que perdieran el favor. Complejos escondidos; mucha sinvergonzonería y mucho engaño definen un carácter y son sus fieles aliados. Lo triste es que hay personas que no hablan, GRITAN, para procurar de antemano, el apabullamiento o aplacamiento del receptor. No tienen sosiego alguno, no lo quieren, no le fuesen a salir los fantasmas de su guarida. No comen, ni duermen, chatear es una obsesión y las redes su refugio para ocultar una hiperactividad desenfrenada e innecesaria, que imposibilita el buen hacer. Siempre en vela. Chantajeando, amedrentando, el tiempo necesario hasta conseguir su objetivo, suponga lo que suponga a los demás, nada  importa más allá de su personal objetivo, que no es otro que el de ellos mismos como centro de toda acción. Mala gente. Muy mala gente y más en política.

Estos, estas, son las que hacen de la política lo más abyecto y, por ello, vil y despreciable. Y aquellos que tanto les vitorean no hacen favor alguno sino todo lo contrario. Estoy convencido que aquel montaje de acercamiento a las fuerzas progresistas de la izquierda de quien presume de ejercer la nueva política no fue más que una cortina de humo para llegar a quien hoy es la máxima persona de su confianza, nueva política con viejos vicios. Intentando la usurpación de cargos que todavía no tocan, prisas y carreras para todo, aún a costa de destrozar la vida y el ánimo de quienes generosamente hemos ofrecido lo mejor de nosotros mismos. ¡Esos aires de grandeza!, esas decepciones de quien menos lo esperaba y consideraba amigos y personas íntegras. ¡Cuán bajo se puede llegar! Algunos practicando la traición con aquellos que le siguieron, con la pérdida total de la credibilidad política que aún quedaba.

Me he permitido ir un poco más lejos. Como la Historia de nuestra Humanidad es tan rica, encontramos en ella ejemplos para centrarnos en algunos predominantes síntomas que hoy nos ocupan y viene al caso el mito de Narciso:

 “El mito de Narciso es el amor a la imagen de sí mismo. El narcisismo es el amor que dirige el sujeto a sí mismo tomado como objeto.” (Si alguien se considera un objeto, qué respeto puede tener hacia los demás, incluidas aquellas personas que lo único que han pretendido es ayudar. Siempre perfectas y muy bien conjuntadas, tratamientos con oro incluido, manicuras y pedicuras, peluquerías a doquier, vestidos y zapatos… ¡Viva la juerga! Y que paguen los cartageneros –a través del sueldo público- y el complemento perfecto: “Dónde está el coche oficial, ese no, el otro, el bueno”. Toda una imagen artificial de una estética forzada que tan solo pretende posicionarse por encima del resto, además de la falta de respeto y consideración con toda ostentación de aquello que aún no corresponde).

“Como una forma patológica extrema en algunos desórdenes de la personalidad en los que el paciente sobrestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación” (Hay quienes se disfrazaron en la pasada cabalgata de Reyes –donde buscando la excusa de una carroza para que desfilaran niños y niñas con discapacidad, hicieron uso de un aforo para catorce niños donde sólo salieron dos o tres discapacitados. El resto, el personaje en todo lo alto rodeada de los hijos de allegados y amigos más fieles- Una idea que pudiera ser positiva convertida, una vez más, en autobombo y autopropaganda con una arrogancia más que despreciable. ¡Qué vergüenza!).

“Estos desórdenes pueden presentarse en un grado tal, que se ve severamente comprometida la habilidad de la persona para vivir una vida feliz o buena, al manifestarse dichos rasgos en la forma de egoísmo agudo y desconsideración hacia las necesidades y sentimientos ajenos” Abuso indiscriminado de la disposición total del personal a las horas y días más intempestivas –imposibilitando la conciliación laboral y familiar y de descanso que tan necesarios son y de los que se alardea solo de boquilla- Recuerdo dos ocasiones en las que los trabajadores –que no compañeros- éramos recriminados sobre cuándo pensábamos llegar  al puesto de trabajo, era festivo) Otro desatino en la larga lista. Jamás una conversación sosegada y calmada es posible con estos enfermos, las rehúyen. No quieren ser descubiertos en sus infinitas carencias. Necesitan del jaleo, de broncas y conflictos para que su hiperactividad se refuerce y retroalimente. Todo ha de estar bajo su más estricto control e intentar, con ello, disipar sus propias inseguridades que, por otro lado, no hace más que trasladar a los demás, creando en ellos todos los desconciertos posibles. Es difícil, casi imposible trabajar así. Nadie quiere tenerlos cerca y les huyen, solo lo justo. ¡Aviso a navegantes! Carencias que van desde el desconocimiento de la más básica cultura, nada más allá del trapicheo político.  Ya me dirán qué se puede esperar de tal engendro.

“La psicología humanista considera que el narcisismo patológico coincide con una autoestima baja o errónea”.
En el mito del joven Narciso todo es producto de una alteración subjetiva y mental del propio sujeto y de su enfermedad  pues se enamoró insaciablemente de su propia imagen reflejada en el agua. (Esa agua, hoy son las redes sociales, una verdadera obsesión compulsiva de colgar fotos y fotos –la mayoría prescindibles e intrascendentes- para mayor glorificación de ese NPD (Trastorno narcisista de la personalidad) Y en todas las fotos sonrisas, muchas sonrisas que parecen implantes quirúrgicos. Nada es natural, solo un producto de un laboratorio mediocre. Una exacerbada exaltación de su persona, de una patología sin tratar. De una vida sin vivir, que pretende trasladar al resto, arruinando también las suyas.

Así que amigos, muchas veces es mejor ir a un buen especialista médico que meterse a hacer política y recurrir a la humildad de lo que realmente se es. Menos sinvergonzonería, engaño, soberbia, prepotencia, teatro y apariencia porque, con el paso del tiempo, iremos viendo en qué queda la cosa. Y me temo que no será para bueno…

Yo no quiero que gentes así, sin categoría humana alguna y con patologías graves, tengan la capacidad de dirigir la política de ciudadanos normales, sanos e inocentes. Y mucho menos desde el partido en el que milito más de 30 años y que representa las ideas en las que he creído, creo y seguiré creyendo.

Advertidos quedan y aquellos que quieran ver y entender, vean y entiendan.