martes, 28 de agosto de 2012

LA NOVENA DE BEETHOVEN YA DEJÓ DE SONAR EN EUROPA


En 1972, el Consejo de Europa convirtió la “Oda a la Alegría” de Beethoven en su himno y, posteriormente, en 1985, fue adoptado por los dirigentes de la Unión Europea como himno oficial de los europeos. No posee letra, siendo la expresión de los ideales europeos de libertad, paz y solidaridad solo a través del lenguaje universal de la música.

En 1823 compuso Beethoven su Novena Sinfonía poniendo música al poema que Schiller “Oda a la Libertad” escribiera en 1785. Observará el lector que la oda a la alegría, en su origen, era a la libertad. Cosas de la censura que vería muy pretencioso y revolucionario eso de la Libertad, mejor a la alegría, pensarían aquellos censores y nos ahorramos las connotaciones y el despertar de las conciencias. Cuánto peligro ha tenido esa palabra de Libertad para los poderosos, la odian a muerte.

Desde 1999 el Partido Popular Europeo gobierna Europa revalidando sus mayorías en las elecciones del 2004 y 2009. Esta situación política podría explicar el giro que la Unión Europea ha experimentado hasta llegar a la situación actual. YA NO SUENA LA NOVENA.

Copiando las políticas económicas que Teacher y Reagan impusieran en los años de sus mandatos, del 1979 al 1990 la primera y del 1981 al 1989 el segundo, los neoliberales europeos iniciaron, a partir del 99, su particular cruzada con el capitalismo más salvaje como estandarte.

Aquellas políticas socialdemócratas que fomentaban la Convergencia de los países europeos más pobres con los más ricos, ya ven en que han quedado: En el mayor de los sometimientos de aquellos a estos, además del mayor empobrecimiento de esos países periféricos y revertiendo toda la riqueza al centro físico de Europa. Decía la letra que Miguel Ríos cantaba en su himno a la alegría: “Escucha hermano la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día. Ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol…”

Estos neoliberales, capitalistas a muerte, se encontraron con el poder que las urnas les dio y con un Mercado Común de cientos de millones de europeos. ¿Mercado? ¿Sin regulación alguna? ¿Bancos? ¿Sin regulación alguna? ¡Grandes Bancos y Grandes Empresas! ¡Hágase vuestra voluntad aquí en Europa como en los cielos del resto del mundo! Y pusiéronse manos a la obra y hoy, unas pocas décadas después, ya ve lo que yo veo: Una Europa no al servicio de los ciudadanos sino al servicio de los mercados. Los mercados son Dios. Toda una filosofía en contra de lo que Miguel Ríos decía: “…El que los hombres volverán a ser hermanos. Ven, canta…”

Una Europa a la que están desmantelando su Estado del Bienestar. Decía la canción de Rios: “…Si en tu camino sólo existe la tristeza y el llanto amargo de la soledad completa, ven, canta…” Una Europa donde los suicidios aumentan por cientos de hombres y mujeres que han perdido lo poco o lo mucho que consiguieron con su trabajo. Una Europa donde la esclavitud laboral se antepone a la del trabajo como un intercambio de prestaciones dignas y suficientes. Una Europa sojuzgada a los intereses mercantilistas de unos pocos que juegan a una oca mundial y perversa con las personas y que a éstas se les despoja de cualquier atributo de dignidad y respeto. Sólo somos unas mercancías más en su perverso y malévolo juego de la oca: Juego lleno de trampas que sólo buscan tu perdición, tu eliminación del mismo.

Terminaba Miguel Ríos: “…Si es que no encuentras la alegría en esta tierra, búscala, hermano, más allá de las estrellas, ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol”

Estos neoliberales se han cargado a Europa, el sueño de millones de europeos que creíamos que, por fin, este continente se uniría para conseguir un mundo mejor y más justo, no sólo para los europeos, también para todos los ciudadanos de este viejo mundo que parece ir en la dirección equivocada. Como tantas y tantas veces ya ocurrió en la Historia.

Ahora que controlan el Mercado Europeo, ahora que han empobrecido a los PIIGS, corren en busca de la unión política. Ahora que han sojuzgado las voluntades de esos países, quieren la unión política. La suya, ¡Claro! La del Sacro Imperio Germánico (Católico y apostólico, no se olvide) Ya no tienen suficiente con el poder económico, con haberles cedido gran parte de las soberanías nacionales. Ahora ansían también el poder político, las soberanías completas de todas las naciones.

Europa, como ensayo de un nuevo orden mundial, parece ir por buen camino. Los europeos, anestesiados, son inconscientes de lo que en la fragua se está gestando. Inconscientes del futuro más inmediato para ellos y el de sus hijos. Tras el derrumbe de las sociedades PIIGS, vendrá el derrumbe de las del centro europeo. No crean que se librarán. No pidan socorro, ya no habrá nadie con capacidad para prestárselo.

Yo haré como Miguel Ríos… “Si es que no encuentras la alegría en esta tierra, búscala, hermano, más allá de las estrellas, ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol” Porque si esta Europa tiene solución y si este mundo es viable será gracias a aquellos de más allá de las estrellas, no lo dudo.

Decía Beethoven: “Yo sé que en mi arte Dios está más cerca de mí… Nada hay tan hermoso como aproximarse a la Divinidad y esparcir sus rayos sobre los hombres.” “Deseo la redención de toda miseria para quien penetre el sentido de mi música. Ningún mal puede provenir de ella. Quien la comprenda se librará de los males que arrastran a los hombres.”

¡QUE SUENE LA NOVENA!

domingo, 26 de agosto de 2012

QUÉ VERGÜENZA DE PARTIDO POPULAR Y TAMBIÉN DE OTRAS INSTITUCIONES


La mentira es su característica más sobresaliente porque, tras estos ocho meses que llevan de gobierno, jamás han dicho una verdad. Ni un solo renglón de sus postulados electorales ha quedado en pie. Y cada viernes de cada semana ha supuesto el hundimiento de la clase trabajadora, sea baja, media o alta; el hundimiento de esta falsa democracia y el hundimiento de la moral de todo el pueblo español. En nombre del dios católico, sin duda.

Aquello de “partido popular” y del “partido de los trabajadores” ya estamos viendo en qué está quedando. Ellos defienden a las grandes empresas y corporaciones, a las grandes fortunas y sobre todo a la iglesia. A lo popular, a aquellos que conforman el pueblo, a hostias. Y, por encima de todo, conducirlos a la miseria y a la pobreza más absolutas lo antes posible. Eso siempre lo tenía solicitado la gran patronal: despidos sin indemnizaciones y salarios de esclavos. Sin leyes que les protejan. Y bajas las cotizaciones. Los beneficios, inevitables, para los patronos y que sean ellos, a discreción, quienes repartan, si reparten. Que se sepa quién es el que manda aquí y vuélvanse a llenar las iglesias por imperativo legal. En nombre del dios católico, sin duda.

Reducir el Estado con las privatizaciones necesarias hacia nuestros empresarios modélicos, que bien nos lo agradecerán en el futuro con buenos puestos en sus consejos de administración. Y el que pueda pagarse los servicios, que los pague y el que no, que le vallan dando. Y poner candados en los contenedores de basura para que no puedan aprovecharse, de gratis, de nuestras mercancías caducadas. Los viejos que repaguen las medicinas que les recetan los médicos y a los inmigrantes que paguen seguros privados, si pueden, y, si no, que se vayan por donde vinieron. Y si hasta los bisabuelos cobran algo, que nadie reciba los 400 euros de prórroga del subsidio de desempleo y por solo seis meses. ¿Qué pretenden? ¿Hacerse ricos a nuestra costa? Esto se ha acabado, faltaría más. En nombre del dios católico, sin duda.

Han conformado al Estado como el instrumento de represión más puro, han transformado un Estado que anhelaba los principios de igualdad, libertad y fraternidad en un Estado policial y de vuelta al miedo y al chantaje. Se cambian las leyes que no les gustan por aquellas que responden, siempre, a los intereses del dios católico, sin duda. Cuarenta años de dictadores que siguen gobernando a su antojo estos 34 años de falsa democracia. Nunca se fueron, nunca nadie los echó, siempre estuvieron aquí, agazapados, camuflados, prestos a saltar sobre la presa al más mínimo descuido y ¡zas! Y siempre bajo el palio sagrado de una iglesia de intereses mundanos y muy españoles, por aquello de que siempre fuimos y somos la reserva espiritual de Occidente.

Porque a este “partido impopular” lo gobierna, de cabo a rabo, el dios católico, sin duda. Ya saben que el dios católico no es uno, son tres. La santa trinidad se llama, como en las religiones más antiguas. Pero, ¡milagro!, que siendo tres se resumen en uno. El dios o dioses católicos no tienen nada diferente a los anteriores de otras culturas, simplemente fueron copiando y adaptando, ahora intenta llegar a las ovejas jóvenes y van con las cristotecas. Todo lo necesario para que la fe no se pierda. Entonces, ¿qué de cierto tiene? Poca cosa, si se profundiza en ella y si, mucho de indignación, descubrir tanto engaño. Una iglesia con brazos armados, jesuitas y opusianos entre otros, para hacer los laboreos más sucios. Infiltrados en todos los ámbitos del poder con el fin de que ese poder les sea devuelto en su totalidad. En el seno de esa iglesia no existe la democracia, ni la diversidad de opiniones, ni siquiera el diálogo; se impone la voluntad del que manda vía orden jerárquico. Nada es cuestionable, hasta su máximo jerarca posee lo que llaman “infalibilidad”, ¡Con un par, sí señor! En sus iglesias, todas construidas y sufragadas por los ciudadanos y que se apropian (otra modalidad de privatizar), el sacerdote arenga con sus sermones sin capacidad de intervenir por parte de los oyentes. Son asambleas muertas. Aquellos oyentes son meros receptores sin opción ni capacidad de participar. Son el rebaño de ovejitas a los que se guían hacia sus intereses ¿divinos? O ¿terrenales?

Más bien, terrenales. Ha sido el único colectivo, la única institución a la que no le han restado ni un solo euro de su presupuesto “Concordatado”. Tampoco a sus profesores de religión les han tocado sus nóminas, ni despedido en los meses de verano. Y la ley de concertación será modificada para que aquellos centros educativos donde la enseñanza se imparte sólo a varones o hembras, puedan seguir cobrando de lo público. Sentencias judiciales tengas que, con cambiar la Ley, lo arreglamos como a sus santidades guste. Que no pasa na`.

Cómo van ellos a conformar un frente de lucha contra todos estos neoliberales sionistas que nos están arrastrando a la hecatombe. Cómo van ellos a decir algo sobre los desahucios bancarios a tanta gente, sobre los 400 euros, sobre las preferentes, sobre las rebajas salariales y subidas de impuestos, sobre el desmantelamiento de la sanidad universal y gratuita, sobre la pérdida de millones de puestos de trabajo, sobre la desaparición de la Ley de Dependencia y sobre otros muchos. Ellos están mejor calladitos, esta lucha no es suya, es demasiado mundana. O quizás sí y más de lo que nos pudiéramos pensar. Un nuevo orden mundial: una sola moneda, un solo dirigente, una sola religión. En eso están, moviendo todos los hilos para conseguir su vuelta a la hegemonía mundial. En EE.UU, hace tiempo que son ellos los que gobiernan y su poder sigue aumentando en todos los círculos de poder. Ganándole al protestantismo, se llama. En nombre del dios católico, sin duda.

Ese dios que ellos defienden, es el dios del miedo y de la opresión a la mayoría; de la incultura y del desconocimiento; de la limosna. Ese dios es falso o, de ser real, satánico. Ese es su dios, el ángel caído y no otro. Debiéramos darnos cuenta todos y, perdiendo el miedo, derribarlos de sus poderes terrenales y dejarlos sólo y exclusivamente con los divinos o, mejor, ni eso. Eliminaríamos el mal que nos lleva gobernando por siglos y siglos y que tan magistralmente ellos ejercen.

Al partido impopular exigirle su dimisión por gobernar contra los intereses de la mayoría de los españoles. Este partido es un brazo ejecutor de aquel dios que nos quiere pobres y sumisos, esclavos de sus propios ataques. Este partido impopular no tiene legitimidad alguna en su desgobierno y el pueblo soberano es el único legitimado para exigirles su dimisión. Exijámosla, que mañana es tarde.

Una III República es lo que necesita este País, olvídese de los cuentos que les han inoculado durante tantos y tantos años sobre la II. Infórmese, lea, averigüe la verdad de aquella historia que nos robaron los oligarcas y la iglesia. Sin la III República este País está condenado a la miseria y a la podredumbre social más absoluta. Sin la III República este País demostrará su grado de analfabetismo e incultura y cuán fácil es su manejo por parte de los dictadores con y sin sotana. Es necesario la ruptura con toda esta farsa que nos mal gobierna, es necesario poner distancias y cada cosa en su sitio. Este País no soporta ya más capas de pintura, necesita una estructura distinta y libre de ataduras seculares, necesita libertad para hacer un País nuevo. Donde gente nueva y libre trace el nuevo rumbo de este nuevo País, que bien ganado lo tiene. Largas vacaciones a Borbones, banqueros, grandes empresarios, jueces viejos, iglesia y a todos aquellos que sólo han defendido sus intereses particulares y no los de todos los españoles y, por ende, de España. ¡Que entre el aire fresco a raudales y que todo lo rancio, cutre y decimonónico sea esparcido y disuelto!

Un viva por la III República Española, por el renacer de un Nuevo País. Eso o simplemente estamos llamados a nuestra condena más infame.

domingo, 19 de agosto de 2012

EL ECOSISTEMA HUMANO


Siempre parece haber sucedido en nuestra historia conocida que, un fenómeno climático de grandísimas consecuencias o un gran movimiento social o, quizás ambos, son los impulsores de una transformación total de las consciencias humanas, que despiertan de su ceguera. Más también ha ocurrido que el hombre es dado a olvidar de forma rápida y vuelve a caer en las mismas miserias y sonrojos que producen su enardecido egoísmo.

Así, me parece a mí y a otros muchos, también, de que andamos al final del tiempo de nuestro último olvido más reciente y aquí, los tiempos, no se miden en lo que dura una vida. Observamos una civilización infinitamente más desarrollada que las anteriores conocidas. Sólo nos bastó un siglo y pico para hacer ese esfuerzo que pudiera, ahora, ser inútil.

Una civilización que, a pesar de tanto y tanto desarrollo, se halla perdida y sin rumbo, con miles de millones de personas en la pobreza más extrema y con las miserias colgando de sus narices infantiles, adultas y ancianas. En estos últimos años el axioma entre los pobres y los ricos es infinito. Son, cada vez más, los pobres los que crecen. La riqueza siempre estuvo en pocas manos, cuantas menos, mejor. Además de todo lo que la riqueza ofrece, hay algo que sobresale de ella y es el poder. Un hombre rico es un hombre poderoso, aunque un hombre solo, por muy rico que sea, no es capaz de expandir todo su poder. Para hacerlo necesita de otros hombres ricos y, juntos, sus riquezas y poderes parecen no tener rivales. Esta es una gran razón para el ejercicio del poder omnímodo: pocos hombres ricos se unen y pactan sus poderes. El resto, miríadas de hombres pobres, sueltos y sin capacidad alguna del trato ni del acuerdo. Más centrados en disputas con su igual de clase y haciéndole el centro de todas sus desgracias y al que combate por el trozo de pan en juego. Mientras, los ricos quedan exentos de disputas, de responsabilidades; quedan liberados para continuar con nuestro saqueo. Son ellos los que manejan las informaciones y los datos y los manejan a su antojo y beneficio, quedan siempre libres.

Aquellos, los hombres sin cobijo o, acaso, en templos a la estulticia donde son vilmente engañados, señoreados y modelados, adormecidos con promesas para la otra vida; estos pobres parias de toda índole, encima, son los que más se procrean. Quizás sea por ello que son tantos y tan pobres.

Y aquellos hombres, pocos, ricos y poderosos se preguntan: “¿Para qué tanta gente? Hoy ya no son necesarios, que así no hay quien viva. Tanta gente pidiendo comer, tanta gente pidiendo esos derechos que creen suyos. Tanta gente hablando de nosotros y de nuestro dinero y de nuestro poder. ¿Qué se habrán creído estos inútiles? ¿No son conscientes de que este planeta ya no es sostenible? ¿No llegan a tomar conciencia de que ya son demasiados? Y para todos, no hay. Son las reglas de la propia Naturaleza, el más fuerte se come al más débil; el más poderoso mantiene el equilibrio del ecosistema

El sistema que nuestros antepasados y que nosotros hemos ido continuando no puede ponerse en riesgo por estos menesterosos. Son demasiados. Es nuestra obligación salvar a la especie y es mejor, para su supervivencia, que desaparezcan en las cantidades adecuadas. Antes de que el sistema se vea en riesgo total, hemos de poner los medios necesarios para que el equilibrio perdido sea restablecido. En eso estamos. Ya toca. Es nuestro sistema”.

Así tras más de cuatro años de una crisis financiera y bancaria que está acabando con la poca riqueza repartida en décadas atrás, resulta que están preparando la estocada que nos conducirá y parece que será irremediable, al mayor conflicto armado de la Historia. En la última década, crisis incluida, los gastos de armamento han crecido en un 59%. ¿Por qué y para qué será?

La crisis alimentaria que hasta ahora han padecido lo más pobres de los pobres está muy cercana a alcanzar a los, aún, no tan pobres.

El derrumbe financiero está siendo ultimado. Centenares de adustos dirigentes bancarios han presentado sus dimisiones y comprado tierras lejos de los que fueron sus centros de poder. No sin antes hacer líquidas sus posiciones accionariales reconvirtiéndolas en el siempre seguro oro y volviendo a los refugios de invierno bien pertrechados y a verlas venir. La deuda generada en el mundo es impagable y eso no es más que otra burbuja de un sistema condenado desde su inicio. Burbuja a punto de la explosión más incontrolable jamás vista. Por que los Estados, las Naciones ya están exhaustas, en todos los sentidos, de tanto desatino. No permitirán ni harán tabla rasa y no resetearán el sistema, prefieren el caos y la destrucción.

Es triste, muy triste, pero así veo las cosas. Fíjese que hasta en Europa, la sorpresa impensable hasta ahora, sería que la propia Alemania decidiera salirse del Euro. Si en estos años de crisis económica han conseguido reponer sus posiciones financieras a costa del resto de los países del sur, y con lo que se avecina, ¿para qué quiere seguir en un club que se viene a bajo? ¡Ahí os quedáis!

Siete empresas controlan el 70% de los medios de comunicación en el mundo. Controlan la Tv, los satélites, las agencias, las redes de cable, las revistas, las radios, los periódicos, las editoriales, la producción cinematográfica, la conexión a Internet, la distribución de películas…todos los medios. Fox News/Time Warner/Disney/Sony/Bertelsmann/Viacom/General Electric. (Jerry Mander, Pte. Internacional Forum sobre globalización)

La Humanidad es, nuevamente, la víctima de una monstruosa conspiración de proporciones indescriptibles y, cuando uno mira hacia sus dirigentes políticos más cercanos, se le caen los tambalillos. Tanta cutrez junta y pagándoles un sueldazo. Mejor los Sánchez Gordillo y que a millones tendrían que aflorar.

Harán todo lo posible e imposible para que el sistema sobreviva, el sistema está por encima de las gentes. Este es el gran error, colaborar con un sistema que, más temprano que tarde, termina, siempre, engulléndose así mismo y que se piensa estar por encima de aquellos a quienes tiene que servir.

Apelo a ese gran movimiento social que acabe con los errores y los egoísmos de este sistema, por que, o lo hacemos nosotros y ya, o nos destruirán como a conejos. Poner los contadores a cero, modificar aquello que nos ha conducido a esta situación, regular la economía, limitar la riqueza, liberalizar la energía y acabar con el especulador. Otro mundo es posible.

lunes, 13 de agosto de 2012

LUZ


Han pasado unos 14.000 años desde que tuviera lugar el diluvio universal, que todas las culturas reflejan en sus libros más antiguos. Qué duda cabe, según todos esos libros, que fue debido a un castigo a la humanidad. De lo que podemos concluir que las civilizaciones anteriores no eran hombres de las cuevas, si no más bien, avanzadas organizaciones culturales y económicas. Cabría aquí mencionar a la Atlántida y a Mu, esos continentes o islas perdidos y referenciados en libros también muy antiguos y en aquellos restos arqueológicos a los que los propios arqueólogos y otros estudiosos no encuentran respuesta alguna. ¿Qué sentido tendría castigar al hombre de las cuevas sin mayor conocimiento que el de encender el fuego? Es muy anterior en el tiempo. 

Posterior a ese cataclismo mundial nacieron también grandes culturas, los sumerios, los egipcios, los griegos, los romanos. Nos van situando sobre el año 9.000 (A.C.) y posteriores, hasta nuestros días. Cualquiera de estas culturas mencionadas cuenta, de igual forma, con elementos que hoy nos cuesta digerir y que siguen sin respuesta alguna por parte de los mejores especialistas. Lo que sí las hace comunes, por que incluso pasan de civilización a civilización, son sus dioses. Aquellos humanos adoraban a infinitos dioses y cada uno de ellos era especialista en tareas determinadas de la vida que regían y enseñaban a estos nuevos seres humanos. Incluso cogían cabreos enormes cuando no eran atendidos como debían y montaban en cólera destruyendo lo que les pillara más cerca.

En el resto del mundo, Asía y América, también pasaba más de lo mismo. El continente americano no queda al margen por estar aislado entre el Atlántico y el Pacífico, pues son innumerables las semejanzas con las culturas ya mencionadas. En América el conocimiento sobre las estrellas y constelaciones era tan amplio que no es posible atribuirlo al desarrollo de sus civilizaciones. Indudablemente era un conocimiento adquirido de otros dioses. El mundo no era tan grande, o por lo menos para unos pocos.

Lo que tenemos claro es que desconocemos cuáles son nuestros verdaderos orígenes. De si el eslabón perdido no es más que la intervención genética de otros seres que llamaron dioses. El origen de todo es fundamental para el posterior conocimiento. Sin origen no hay secuencia. Sin origen es fácil el engaño y la mentira.

A lo largo de estos últimos 14.000 años ha habido un interés primordial en ocultar cosas y hechos con la sola intención del engaño. La continuada manipulación, el ocultar las realidades sólo conducían a una visión errónea para todos del todo y, con ella, a una mejor dominación sobre las masas. La ignorancia y el desconocimiento provocan miedo y el miedo es la mejor arma para mantener todo el poder. Y las guerras. Llevamos 14.000 años de luchas y batallas sin sentido alguno, sin razón alguna, sin justificación válida. Miles de millones de muertos que no tendrían sentido ni razón de no ser meras ofrendas a quienes nos han gobernado y gobiernan en realidad.

Pensemos en Caín y Abel. El primero mató al segundo. El primero era el malo y el segundo el bueno. Fueron los hijos del primer hombre y ya empezaba la guerra que parece eterna. Vence el malo. Unos miles de años más tarde, llega un tal Jesús que representa el bien y ¿qué hacen con él? Lo matan. Salvando las diferencias, que las hay y muchas, y acercándonos más a nuestra historia más reciente, ocurre algo parecido. Todos aquellos que han propugnado el bien han sido, sencillamente, ejecutados, asesinados, muertos.

Quizás el desconocimiento de nuestro origen sea la justificación a tanto disparate. Unos seres, en teoría, Humanos, llevan toda su existencia matándose los unos a los otros. ¿Qué sentido tiene? Ninguna religión, depositarias todas de los mandatos divinos, ha conseguido la paz en este mundo. ¿Por qué? Sea que esos mandatos divinos no sean tan benignos como pretenden hacernos creer, o, sea, que bajo paraguas tan polivalente, nos tienen engañados a todos. Además, las más importantes, por su número de seguidores, siempre están empeñadas en derribar a la otra y cada una de ellas se vende como la única verdadera. Esto de las religiones bien parece un entramado para el desarrollo y mantenimiento del desconocimiento de nuestra verdad como seres casi divinos.

Dicen los expertos que, aquellos que más lo ejercitan, sólo emplean un 10% de la potencialidad de su cerebro. Yo debo de andar por el 0,5%, si llego, y me pregunto de qué seríamos capaces de alcanzar sólo el 50%.

Alguien no está interesado en que lo intentemos. Nos prefiere matándonos y dicen que nuestra energía vital (cuanto más joven, mejor) a ellos les viene de perlas. Son cosas de las dimensiones, que van más allá de la tercera en la que nos mantienen a nosotros. Será.

Pero ocurre que por encima de estos seres malos, hay un orden cósmico que se cumple a rajatabla y según los mayas y otros pueblos antiguos, ya es el Tiempo, que estamos próximos y que seremos espectadores de lo que haya de acontecer. Que su tiempo de maldad y de chuparnos la sangre se acaba.

Digo yo que no estaría mal que así fuera, que ya está bien. Tantos miles de años destrozándonos, no sólo a nosotros si no también a nuestro planeta, no tiene ningún sentido que realmente sea divino. No soy yo nadie para decirle al Verdadero lo que tiene que hacer, pero ¿Es que no está viendo lo que está pasando y hacia donde nos están conduciendo? Y nosotros, los últimos, no queremos nada de eso, que ya estamos cansados de tanto crimen y que sólo queremos vivir en paz y en armonía con nosotros mismos y con esta maravillosa casa que nos dieron. Que ya somos muchos los que hemos despertado de esta pesadilla en la que nos tienen inmersos y que exigimos nuestro derecho a conocer La Verdad y nuestro derecho a una vida digna.

Así que, constatada nuestra impotencia para vencer al mal, vengan los que han de venir e ilumínennos con la Luz más intensa posible para que ni una sola pizca del mal quede sin ser descubierto y sea arrojado al mundo de donde nunca debieron salir. Ésta ha de ser la última gran batalla, el Bien triunfando sobre el mal.

Así lo pido, así lo deseo y así lo espero.